Cartas de amor

Andrew Makepeace Ladd III y Melissa Gardner, ambos nacidos en el seno de una familia rica y de buena posición, son amigos de la infancia,  y su correspondencia comienza con una tarjeta de agradecimiento por un cumpleaños y continúa con postales desde sus lugares de veraneo. Se suceden cartas en las que se manifiesta una atracción mutua, a lo largo de su periplo en internados y universidades. Mientras que Andy estudia leyes en Yale con excelentes notas, Melissa va de colegio en colegio suspendiendo. Mientras Andy se va a la guerra, Melissa se casa, pero su nexo con Andy permanece fuerte y mantiene el contacto incluso cuando éste se casa, se convierte en un abogado de éxito, se mete en política y, eventualmente, es elegido para el Senado de los Estados Unidos.  Por su parte, con un  matrimonio destrozado, Melissa coquetea con el arte y los gigolós, bebe más de lo que debería y se ve separada de sus hijos. Eventualmente ella y Andy tienen una aventura amorosa breve, pero ya es demasiado tarde para ellos.

Cuando el dramaturgo A. R. Gurney empezó a crear Cartas de amor tenía la intención de escribir un libro. Envió el manuscrito a The New Yorker, pero se lo devolvieron de inmediato diciendo: “Nosotros no publicamos teatro”. Así que, siguiendo el consejo de la revista, Gurney decidió intentar reescribirlo como una obra de teatro para dos personas en la que dos actores se leían una serie de cartas mutuamente. Lo que difícilmente podría imaginar A. R. Gurney es que esa pequeña obra se convertiría en finalista de los Premios Pulitzer y en el mayor éxito de toda su carrera. Y es que Cartas de amor es treinta años después de su escritura un auténtico clásico moderno que sigue siendo representado hoy en día en teatros de todo el mundo.

Después del éxito de Lluvia constante, David Serrano vuelve a la Sala Verde para dirigir a dos de nuestros mitos escénicos: Julia Gutiérrez Caba y Miguel Rellán. En Cartas de amor (1988), el dramaturgo A. R. Gurney hace un agudo retrato de la decadencia de la clase alta norteamericana.

Reparto

Julia Gutierrez Caba

Miguel Rellán

Equipo Artístico  

Adaptación y dirección  David Serrano

Iluminación  Ion Aníbal

Escenografía  Mónica Boromello

Producción Ejecutiva  Lola Graiño

Dirección de Producción   Ana Jelín

• Precio: 22€
• Descuentos:
•  Descuento 20 % hasta  9 de abril
  • Carné joven, mayores de 65 años y desempleados: 20% de descuento. Imprescindible presentar la acreditación correspondiente en taquillas y al acceder a la sala. CUPO LIMITADO

  Descuentos y promoción especial no acumulables entre sí.

  IVA y gastos de distribución/ticketing incluidos en el precio.
  Las compras con tarjetas del Grupo Ibercaja están exentas de gastos de distribución/ticketing.

  El precio de las entradas es el mismo tanto en taquilla como en la web del Teatro.

  Información útil

  • Las entradas para personas en silla de ruedas solo se podrán adquirir en taquilla, si lo desea puede reservar las localidades llamando al 91 890 07 07 y solicitando hablar con taquilla.
  • Acceso a sala para compras por internet: Pueden traer las localidades impresas o si lo prefieren, también pueden descargar el archivo en su dispositivo móvil para mostrarlo al acceder al teatro.

Palabras del director sobre la puesta en escena:

“Cartas de amor” es una lectura dramatizada y así ha de ser representada. A.R. Gurney, su creador, ha insistido miles de veces desde su estreno en que es una equivocación realizar una puesta escena compleja o elaborada de su función. Dos sillas, una mesa y algo de iluminación es lo único que hace falta para representar esta maravillosa obra de teatro. Aquí lo que importa de verdad es la palabra y todo el trabajo del director y de los actores ha de estar enfocado en que ésta se cuide hasta el menor detalle. Para Gurney, además, es absolutamente indispensable que los actores lean las cartas y que no memoricen su texto bajo ningún concepto. Así, asegura, la emoción llegará de una manera mucho más directa y sincera.

Y en esta ocasión no puedo estar más de acuerdo con el autor. Toda nuestra propuesta estará dirigida a que sean las palabras escritas en esas preciosas cartas las verdaderas protagonistas de la función. La iluminación, la mínima escenografía y el vestuario serán elegantes, discretos, y lo ideal sería que apenas llamaran la atención del espectador para que no se pierda ni una sola de las frases que leen los actores.

Sí nos vamos a permitir una pequeña licencia: cuando los dos actores salgan al escenario se saludarán entre ellos y, aún con luz de sala, hablarán brevemente con el público. Durante esos primeros minutos serán ellos mismos y no los personajes los que dirán esas palabras. Pero poco a poco, según se sienten en la gran mesa que ocupará la parte central del escenario y empiecen la lectura, los actores se irán convirtiendo lentamente en los personajes. Según avance la historia, la luz se irá haciendo cada vez más cálida e íntima y, sin que, ojalá, el público se dé cuenta, convertiremos esa gran sala de teatro en un pequeño rincón donde cada palabra tendrá cada vez más sentido y más emoción. En los últimos minutos de la obra estoy seguro de que el espectador se sentirá aún más atrapado por esta historia de amor epistolar que con cualquier otra función con una puesta en escena convencional. Así ha ocurrido en todos los países del mundo donde “Cartas de amor” ha sido representada y así sucederá, estoy seguro, con nuestro montaje, sobre todo gracias al maravilloso reparto que hemos conseguido juntar.